Friday, January 26, 2007

 
“SE LLENARON DE IRA” (Lc 4: 21-30)

El domingo anterior titulábamos la reflexión “para que veamos la verdad”, y esa verdad era dicha por Jesús de Nazaret que como el profeta definitivo, inspirado por el Espíritu Santo proclamaba que “hoy se ha cumplido esa palabra”. En el evangelio de hoy vemos que esa palabra se rechaza. Jesús nos dice un famoso dicho: “ningún profeta es reconocido en su tierra”.

¿QUÉ ES UN PROFETA? Para la gran mayoría de la cultura moderna o posmoderna de hoy no suena mucho el significado de un profeta, son más conocidas las profecías, muchísimos están a la espera de que se cumplan las que circularon por tradiciones populares en antaño, el fin del mundo, nuevos enviados. Lo más cercano al significado popular de un profeta se encuentra en los adivinos, lectores de cartas, manos, horóscopos, que muchos cristianos suelen consultar y pagar por sus servicios. Pero el significado humano, religioso queda para unos cuantos que intentan profundizar en la experiencia de Dios. La tradición bíblica, como la de las grandes religiones nos han dado muchas señales. La primera lectura de hoy, Jeremías 1:4-19, nos da una pauta importante, es un escogido de Dios, por elección amorosa, para comunicar un mensaje. La forma de comunicarlo no solo serán sus palabras, sino su vida toda, sus sueños, su estilo, su alegría, su coraje, etc. Lo que importa es la Palabra que debe penetrar la mente y el corazón del que escucha y de la cultura donde se escucha ese mensaje. Hoy vemos cómo esa palabra de Dios en Jesús es rechazada. ¡Imposible que Dios hable por alguien tan humano, tan sencillo, sin títulos académicos, sin prestigio!, ¡¿es que de Nazaret puede salir algo bueno?! ¡¿No es este el Hijo de un Carpintero?!

De las muchas características que configuran nuestra sociedad moderna, posmoderna, como quieran llamarla es que lo religioso es muy importante, siempre y cuando tranquilice nuestra conciencia, no nos inquiete ni perturbe la vida. Es que la verdad es muy relativa, depende de personas, tiempos y circunstancias, por lo tanto no existen verdades eternas ni duraderas, todo cambia, todo es “rápido de llevar”, “fast food”, “fast trash” (comida rápida, basura rápida) No existe una verdad absoluta que nos impacte ni cohesione nuestra vida, nuestras sociedades. Las leyes que nos estructuran dependen de los intereses grupales y económicos que representen, no del bien común. A nadie se le ocurrirá profetizar, anunciar como Jesús que la salvación del mundo viene desde los pobres, desde el reverso de la historia. Para mí, la característica predominante hoy, es el “CINISMO”. Hoy no tenemos vergüenza en mentir, manipular, en profesar un sincretismo de valores y tradiciones de distintos tonos y niveles. En mi país, cuando se le acusa a un político, diputado, burócrata, etc, de robar “se llena de ira”, como la audiencia del evangelio de hoy, “yo he venido a servir, no es justo que me acusen de esa manera”. El presidente de los Estados Unidos varias veces se lo ha visto con la Biblia en la mano, saliendo de Iglesias, arrodillado, y varias veces ha proclamado la guerra a pueblos pobres o diferentes para en “nombre de Dios” declararles la guerra, cuando no en nombre de los valores de la libertad y democracia, pero a punta de bombas y armas. La misma Iglesia Católica, a quien pertenecemos, proclama libertad, democracia y respeto a las diferencias en la sociedad civil, al interior todo debe ser jerárquico, canónico y clerical, muy distinto en la Comunidades Eclesiales de Base.

Si hoy queremos escuchar a Dios, las vías son múltiples, es misterio, pero su mayor misterio fue haber tomado forma concreta en la vida y obra de Jesús de Nazaret quien nos advierte que los más lejanos a los ojos de la religión oficial, pueden ser los más cercanos al corazón de Dios. Elías y Eliseo realizaron el bien a los no bautizados, confirmados, adoctrinados, etc. ¿Cuál debe ser la verdadera ira del discípulo de Jesús? “Cuando el profeta acabó de predicar, alguien se acercó y le preguntó por qué seguía predicando si nadie le hacía caso. Entonces el hombre respondió: “Al principio, predicaba porque tenía la esperanza de que algunos de los habitantes de este pueblo llegaran a cambiar; esa esperanza ya la he perdido. Pero ahora sigo predicando para que ellos no me cambien a mi”. “Jesús se abrió pasó y se alejó”. No nos quejemos de no encontrar a Dios. Amén.

Friday, January 19, 2007

 
“PARA QUE VEAS LA VERDAD”. (Lc 1:1-4; 14-21).
III Domingo del T.O

VER LA VERDAD. La verdad es una de las palabras claves de nuestra existencia individual y colectiva. La reflexión filosófica ha gastado miles de neuronas y páginas para comprenderla. La historia nos muestra la distorsión que le damos. Hoy se prefiere, como dice el cantor: “una mentira feliz”. ¿Pero es que la felicidad y la verdad deben estar disociadas? La propuesta cristiana es una apuesta por la verdad, total, plena que se nos ha manifestado en Jesús de Nazaret, su intención, su misión. Veamos.

LUCAS, quien nos acompaña este año, ciclo C, es el evangelio más trabajado a nivel de estilo, comienza un proceso de literización del cristianismo, pasar de narrar historias de testigos oculares, a narrar historias “minuciosamente informadas, ordenadas”. El problema entre fe e historia, es el mismo problema que tenemos los cristianos entre fe y vida, como cualquier humano entre el pensar y actuar, querer y hacer. Lucas intenta narrar historia, lo que él entiende es “escribir sobre los eventos que han acontecido entre nosotros”. Su resultado será no solo el uso de géneros literarios que emplean la ficción, la reinterpretación de historias antiguas, veterotestamentarias, de modelos literarios griegos, su prólogo (vv 1-4) es un buen ejemplo de ello. Pero lo central es que nos tramite la verdad de Jesús de Nazaret, comunicarla a una comunidad concreta que va ampliando su geografía, su cultura. No le satisface la manera como se han narrado anteriormente y desea recontar la historia de Jesús. Su obra es un arte de saber narrar la verdad.

LA FIGURA de Jesús que nos transmite Lucas sigue las líneas centrales de la teología tanto del evangelio Lucas, como de los Hechos de los Apóstoles, escritos por el mismo autor y con la misma intención: proclamar que las promesas de Dios hechas al antiguo pueblo judío, “hoy se cumplen”, y que su pretensión es universal: “su fama se extendió por toda la región”, y todos los sujetos citados de la acción en la nota de Isaías están en plural. Y por ultimo Lucas será el evangelio que proclame la centralidad de los pobres como destinatarios privilegiados del amor divino, y como sujetos principales en esta historia de salvación: la buena nueva, la libertad, la curación y el año de gracia son necesidades universales que se muestran desde la parcialidad por quien más sufre, de quien más lo necesita. Esta es la visión de la historia que nos señala el camino para esa humanización de este mundo tan sectario, interesado y competitivo. Si no lo hacemos desde abajo, si nos callamos ante las injusticias que vemos, jamás veremos la verdad de Dios, que no negocia con las desigualdades ni discriminaciones. Y esto es lo que no nos gusta ni ver, peor oír. Pero hoy el profeta Jesús, “inspirado por el Espíritu, lo proclama”.

“La historia es maestra de la vida”, y hoy la historia de Jesús de Nazaret nos puede ayudar a recordar ciertas verdades evidentes que solemos olvidar: “Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos. Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto. Madurar tiene más que ver con lo que has aprendidode las experiencias, que con los años vividos”. La verdad no es adecuación de mis ideas a la realidad, sino el desvelamiento –aletheia- de la belleza y bondad del ser-realidad. Eso fue lo que Jesús proclamó cuando desenrolló el papiro de Isaías, se desveló su verdad.

Friday, January 12, 2007

 
"Sin amor no se vive, sin dolor no se ama" (N. Salvaneschi)

"En el vocabulario del amor la palabra imposible no existe" (R. Mader)


El evaneglio de Juan 2:1-11 el significado de la boda lo da el símbolo del vino, amor y alegría, que nos manifiesta la belleza de Dios y su intención para con su pueblo. (Fabricio).
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“NO TIENEN VINO” (Juan 2:1-11).

ENTENDER LA NARRACIÓN: no es fácil definir lo que se describe como opuesto a lo conceptual. La narración es sobre todo descripción significativa de un evento. La imaginación y la ficción son las herramientas que se usan en esa descripción de una historia. El debate es de siglos y sigue dando qué pensar. Profesores de la Universidad Católica del Ecuador han producido un libro titulado “La Cuadratura del Círculo” (Orogenia, 2005) donde la tesis central es que los ecuatorianos no tenemos patria: “las fabulaciones históricas y los sueños y utopías creados por la cultura de la “pequeña gran nación” en el esfuerzo colectivo de “tener patria” constituyeron el material simbólico para la consolidación del Estado Nacional…”. Luego aclaran: “esta afirmación no quiere decir que el Ecuador sea una ficción literaria.. es una realidad social, formada por complejas redes de relaciones políticas, jurídicas, económicas, culturales y por la historia de esa complejidad”. El lector común queda perplejo, el historiador, el sociólogo intentan comprender que los símbolos tradicionales: bandera, himno, escudo, relatos históricos fueron más ficción que verdad, como el niño héroe, Abdón Calderón, etc, hoy no impactan no consolidan grupos y pueblos tan diversos que conviven en el mismo territorio. La realidad está allí mismo, pues seguimos llamándonos ecuatorianos por haber nacido en ese territorio pero no sabemos qué significa ser ecuatoriano cuando migran por miles al año, cuando la inseguridad, el desempleo y la corrupción es lo que predomina. El libro mencionado abre un debate sobre lo que es la narración y la historia de un país.

ENTENDER LOS RELATOS EVANGÉLICOS y más en concreto el del evangelio de Juan es adentrarnos al mundo de los signos, símbolos, de la realidad reinterpretada, del amor y de la vida manifestada en un rostro concreto Jesús de Nazaret, en una historia concreta la del pueblo de Israel, símbolo de una elección amorosa y no de una elección caprichosa o arbitraria. Dios camina con su pueblo y se manifiesta en la cotidianidad a través de sus símbolos e historia. El símbolo en general, lo hemos dicho varias veces, es sobre todo polivalente y su referencia son dos realidades unidas por una imagen. El problema con los símbolos, en especial los de una religión como la nuestra que ya es bimilenaria es que se desgastan, pierden la hermosura de su brillo, debilitan su impacto. Pues, los seres humanos especialistas en cambiar las cosas, cuando no en destruir, hemos cambiado-invertido el significado de los signos y símbolos, por usar los ejemplos del evangelio de hoy: la boda en un contrato que se puede romper en cualquier momento, el vino en una simple bebida alcohólica, elitista para los que pueden pagar por un buen vino, el agua es un simple instrumento para bañarme, cocinar y demás, las piedras para construir condominios que separan, cárceles que destruyen más al ser humano, hospitales que matan, escuelas que no forman.

NO TIENEN VINO, es el mensaje que una mujer, madre y creyente hoy nos transmite. Es el lado femenino de Dios, el relato central es la Gloria de Dios que se manifiesta en el poder misericordioso de Jesús, pero sin la figura de la mujer, Maria, atenta a los más mínimos detalles, como una mujer que ama y es solidaria, hace caer en la cuenta a Jesús que a esta boda, alianza, se le acabó lo esencial el amor y la alegría. Los novios, casi ausentes en el relato, son Dios y el pueblo. Dios quiere hacer una alianza definitiva con su pueblo, pero este solo tiene las seis tinajas de piedra donde se pone agua. Jesús las transforma en las tinajas de vino, donde se produce alegría, gracias a la fe y al amor. Esta es la verdadera señal de hoy y siempre: ver la gloria, belleza e intención de Jesús que puede cambiar esos corazones de piedra en el vino del amor y de la alegría de un pacto eterno, pues si hay amor solo se lo reconocerá al final de la historia, no en los momentos de placer, que gracias a ellos bien vividos y honestamente manifestados van consolidando el proyecto total. “En el vocabulario del amor, la palabra imposible no existe”. Hoy nos faltan muchas cosas para vivir con dignidad, pero que no nos falte lo esencial, Señor, ayúdanos a ofrecer el vino del amor para que nuestra alegría sea auténtica, que aprendamos de María, la nueva Eva, mujer y compañera como madre y esposa, a creer para luego hacer “lo que tú nos dices”. Amén.

Friday, January 05, 2007

 
AVERIGUAR CUIDADOSAMENTE (Mt 2:1-12)


Hoy celebramos “la epifanía del Señor”, lo hemos convertido en “el día de reyes”. Para la tradición griega-ortodoxa, hoy es navidad, hoy se “manifiesta” al mundo entero el amor de Dios encarnado. ¿Qué mismo celebramos? Veamos qué nos dice el texto de Mateo.

Hay dos personajes centrales en las lecturas de hoy: el rey Herodes, poder político de entonces, y el niño Jesús, a quien unos sabios, magos del extremo oriente lo veneran como el Rey, poder espiritual- real de todos los tiempos. Lo principal lo hemos convertido en secundario, para nosotros a través del folklore, el consumo y el mercado lo que importa son los trajes, los animales, los magos, los disfraces, los regalos. Pero esta realidad a su vez nos recuerda que lo esencial de hoy, lo que debe ser la preocupación de toda sociedad para construir un futuro sustentable y feliz, como un presente sano y justo: los niños y su felicidad solemos olvidarlo con frecuencia, son los abandonados, los más necesitados. El personaje principal para muchos sigue siendo el que tiene poder, el prestigio, la técnica y la ciencia, pero nada de eso nos ha hecho felices ni sanos. Esta facilidad que tenemos los humanos de invertir los valores es una oportunidad en la fiesta litúrgica de hoy, de convertirlos a la realidad profunda que expresa el deseo de Dios

“AVERIGUAR CUIDADOSAMENTE”, irónicamente, a mi modo de ver, es el mensaje central de las lecturas de hoy. Es ironía, pues el consejo nos lo da el rey Herodes, quien siente envidia de alguien que le hace sombra, ya al nacer, quien ha demostrado de lo que es capaz el ser humano por conservarse en el poder, por creerse más que los demás. Su consejo es muy sabio, muy real y necesario, el creyente debe “averiguar cuidadosamente” las raíces de su fe, la historia que se le narra, el fundamento de la misma. Los relatos mezcla de ficción e historia nos llevan a la realidad profunda de nuestras convicciones: el amor de Dios se manifiesta en un Niño, ese niño que lo reconocemos divino, después de mucha historia, después de su pasión, muerte y resurrección, es la expresión del amor de Dios. He allí la inversión de valores, los humanos esperamos que el poder de Dios se manifieste en lo grande. Dios nos muestra que su poder se manifiesta en lo pequeño, lo humilde, en el afecto y la ternura.

“AVERIGUAR CUIDADOSAMENTE” las formas en que nuestra fe se expresa, sus símbolos, su lenguaje son medios que nos revelan otra realidad, nos llevan a la profundidad de la existencia, que a la vez requieren actualización, reformulación, pero sobre todo convicción y vida. La estrella que todos deseamos que ilumine nuestro caminar, es la Palabra de Dios hecha carne, los magos que unos llaman reyes, otros sabios, son los hombres que vienen de distintas partes del mundo como expresión de la universalidad del amor, hoy más que nunca presente en las distintas religiones que nos hablan, a su manera, del Dios vivo y verdadero. Nuestra fe se muestra en el diálogo, en el respeto y en el reconocimiento del fin último al que todos estamos llamados, desde diferentes caminos. El símbolo sigue dando qué pensar, el oro no solo es realeza, es la necesidad de hacer un uso adecuado de las riquezas de la humanidad y del planeta; el incienso expresa una trascendencia que se une a nuestra inmanencia, y la mirra expresa la radicalidad del amor universal: el sufrimiento y la muerte. Nuestra fe es real, nada ingenua. Averiguar cuidadosamente nos invita a ponernos en camino, no quedarnos contemplando el cielo, sino buscar caminos que hagan posible aquello que expresa y anhela nuestra fe, nuestra historia, “regresaron a su tierra por otro camino”.

La epifanía, manifestación de Dios que recordamos será vivida a profundidad si logramos reconocer la verdad de este amor en la cotidianidad de la vida, a través (día-fanía), de las múltiples manifestaciones del amor divino, muy distinto del ego humano: “una mujer casada dijo a sus amigas: cuando mi marido me contempla me siento más noble que cuando me miro en un espejo. Percibo un enorme potencial en mí. Su marido agregó: cuando experimento la mirada amorosa de mi esposa, siento un crecimiento interior que está ausente cuando me miro al espejo”. El amor de Dios se manifiesta en el niño Jesús, reflejo y esperanza de nuestra humanidad. Contemplemos y dejémonos contemplar por el amor. Que así sea
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