Sunday, September 02, 2007

 
ESCOGER LOS PRIMEROS LUGARES. Lc 14: 1,7-14. D.XXII del T.O

“JESÚS FUE A COMER”… esta es una imagen muy típica en el evangelio de Lucas que nos narra uno de los métodos evangelizadores que tenía el Maestro para enseñarnos cómo es el Reino de Dios y quién es Dios. Lástima que no la explotemos ni en la catequesis ni en la predicación, ni en la vida. Ojalá que nos encontremos con la sencillez y concreción de Dios.

Los fariseos observaban a Jesús, el que lo había invitado era un fariseo. Jesús acepta la invitación de su oponente, trata de incluirlo de forma práctica en su propuesta. Pero este calla, toma postura y no se deja interpelar por los gestos de Jesús. Jesús observa cómo los que habían sido invitados escogían los primeros lugares. Es la manifestación de la condición humana de escoger lo mejor, de aparentar ante los demás, de buscar el honor y la fama, de aparecer…Jesús advierte: quedarás avergonzado, te pueden sacar, te pueden descubrir que tu función no es para tanto, por eso dice sé humilde, ocupa el último lugar que desde allí te podrán honrar. La gente no hace caso, es imposible ir contra un deseo muy impregnado en nuestra sociedad. Pero el mensaje cristiano no es moralismo, tiene hondas consecuencias éticas, pero no es lo primordial. Lo interesante aquí es captar la esencia religiosa del contenido, cómo es el estilo de Dios. Así es Dios de humilde y sencillo. Por lo general lo buscamos en lo extraordinario, en lo rimbombante. Dios se manifiesta en donde menos esperamos, en la humildad. Entonces, el verdadero honor de Dios, tema de fondo de esta primera parte del evangelio de hoy, es que cada ser humano lo alabe al Señor desde la verdad de nuestras vidas. Esto es humildad.
En el siguiente párrafo Jesús se dirige al que lo había invitado y le dice, cuando invites a alguien a comer, en donde manifiestas la belleza de la intimidad y amistad, no lo hagas con aquellos que pueden pagarte: Dichoso aquellos que no pueden pagar… qué bendición más rara dirían los banqueros y acreedores. Invita a los cojos, ciegos, lisiados, a los pobres, con ellos crea los lazos de amistad y hermandad… ¡qué lejos estamos de las normas que hoy rigen nuestra sociedad! Verdaderamente el cristianismo o es una alternativa o no es nada. Pero para ello, hay que creer, y creer en lo eterno: se nos pagará en la resurrección.
En tiempos actuales de asambleas, de nuevas propuestas tengamos en cuenta este evangelio, y qué de fondo y alternativo nos proponen, que no sea como aquella carreta: un papá caminaba con su hijo pequeño, de repente le pregunta al hijo: dime qué escuchas, este le contesta un ruido fuerte, pero no alcanzó a distinguir. Tienes razón, no es fácil saber que es una carreta vieja. -¿Cómo sabes que es una carreta vieja?, preguntó el niño- Cuando más vacía está una carreta vieja es que más ruido hace, dijo el papá. La verdadera humildad y el verdadero cristianismo son alternativas a lo actual. Cuidado con las grandes imágenes de belleza que aparecen en la tv y las grandes propuestas ruidosas y extraordinarias, pueden estar vacías, como la vieja carreta. Que el Señor nos ayude a escoger el lugar que nos corresponde. Allí estará nuestra verdad.

Comments:
Fabricio, gracias por tus palabras. Te extrano!
 
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