Friday, March 30, 2007

 
“ENTRADA TRIUNFAL DE JESÚS A LA PASIÓN


Hoy se lee el evangelio de Lc 19:28-40 la entrada de Jesús en Jerusalén, y luego toda la pasión según san Lucas, dando origen a lo que conocemos como las celebraciones de la Semana Santa. Les ruego antes de leer, hacer silencio, concentrarse más y si desean, invocar al espíritu. No haré una reflexión típica de búsqueda de significados del texto en sus variadas formas ni simplemente buscar su actualidad hoy. Sino una meditación, reposar la mente y el corazón ante algunos puntos-personajes de las lecturas de hoy. Con mayor fuerza es aquí donde tiene verdad la sentencia que la verdadera teología solo se hace de rodillas, y se hace de rodillas porque se ama y porque se ama se levanta-resucita la esperanza, de un amor verdadero que no puede morir. Hoy más que nunca el lenguaje que se utiliza es metafórico, aproximativo y lleno de contradicciones: un mesías-rey que entra en burro, un Señor que sirve a sus discípulos, un mesías crucificado, una entrada triunfal de cantos de victoria hacia el fracaso de la cruz, una camino hacia la luz de la vida eterna, en medio de la oscuridad de la muerte y la sin razón, de la mentira y de la injusticia. Después de esto se levanta la verdad.

MI FOCO DE ATENCIÓN, será el nexo de las lecturas de hoy es la frase de los discípulos al dueño del burro que solicita Jesús: “El Señor lo necesita.” ¿Qué es lo que realmente necesita el Señor? ¿No fue suficiente todo lo que hizo Jesús en vida para decirnos que él venía de Dios? ¿Por qué no le creyeron? ¿Por qué no le creemos? La pregunta teológica no es simplemente qué significa la muerte del Señor, la repetimos con facilidad sin mayor efecto en la cotidianidad de nuestra existencia. Sino es entender ¿cómo nos salva hoy el Señor? Que en la formulación del teólogo Gustavo Gutiérrez, “explicar la salvación cristiana a la gente es difícil, mucho más a los necesitados ¿cómo decirle a los pobres que Dios los quiere?” Es como decir ¿para qué me sirve una muerte y resurrección que no trae justicia ni liberación? Por eso me pregunto ¿qué es lo que necesita el Señor hoy? Pero es que ¿el Dios todo poderoso puede necesitar necesita algo? Es el Misterio del Amor.

Las personas sencillas nos pueden ayudar. Los personajes secundarios como las mujeres de Jerusalén: “No lloren por mí sino por sus hijos,” pues han visto mis obras y no me han creído, traten ustedes de ayudar a salvarlos, y ese es el papel de toda madre, de todos los tiempos. El Señor necesita, más Simón de Cirene que obligados ayuden a cargar con la cruz de los que sufren, no importa su raza, credo. Lo esencial es ayudar a cargar el peso de la maldad en el mundo, al final aceptó y colaboró. El Señor necesita “ladrones buenos,” el buen ladrón reprende al mal ladrón que en la cruz injuriaba a Jesús dándonos el mensaje central: “sálvate a ti mismo y sálvanos a nosotros.” Aquí se encuentra una de las razones, si es que se puede llamar razón, al por qué Jesús no se bajó de la Cruz, al por qué Jesús se abandonó al silencio absoluto, al amor infinito de Dios que asume la maldad para vencerla desde el silencio y el perdón. Jesús necesita salvarse él y así a los demás en la fidelidad absoluta al Padre, la última tentación de Cristo está aquí. El Señor necesita José de Arimatea, bueno, honrado, pero indeciso y cobarde, después de muerto baja de la cruz al Señor para enterrarlo con dignidad. Hoy más que nunca debemos bajar de la cruz a los crucificados de la historia, no para una falsa consolación, sino para la verdadera fraternidad expresión de la libertad y dignidad humana, expresión de un Dios que por ser Dios sigue siendo amor y creador.

La gran pregunta de la historia y de la teología no es simplemente por qué muere Jesús. Las respuestas hasta hoy no convencen a millares de personas que no se han enterado de la Buena Nueva. Para el creyente no es simplemente la muerte de un inocente, sino de una víctima, de un ajusticiado por los poderes del mal que con rostro y figura eliminaron al mesías. Para el creyente la víctima reclama justicia y la justicia genera misericordia, ternura y esperanza. El justo muere injustamente como expresión de su solidaridad y como potenciación de su fidelidad y filiación al Padre. ¿Para qué medito la Pasión?

Comments:
Localizando e lendo blogs de América Latina, este é um dos que me prenderam e fiquei lendo para reflectir.
 
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